REDESCUBRE LA PATERNIDAD
El día a día familiar suele distar bastante de lo que en su día pensamos que sería nuestra familia y en ocasiones nos trae momentos de encuentro con nuestra propia sombra, como ya nos demostró Laura Gutman en sus múltiples escritos. Durante el embarazo ¿pudimos soñar en pareja cuáles serían nuestros roles? Y ahora que los/as niños/as ya está aquí ¿podemos valorar si fue una ensoñación o pudimos hacerlo realidad?
Muchos papás se sienten vacíos, fuera de lugar, sienten que su relación de pareja ha cambiado y que cuando intenta hacer las funciones de crianza, nunca es suficiente. Se ven reproduciendo roles de su infancia que no casan con su sentir (como les pasa a las mamás) pero que simplemente no saben hacerlo de otro modo. Las sensaciones de malestar se acrecentan y muchas parejas, al convertirse en p/madres, acaban separándose.
Lejos de querer exponer un panorama apocalíptico (que bastante tenemos ya) me gustaría hablar de unos nuevos roles que cada vez se están extendiendo más en nuestra sociedad actual y con los que se consigue una mayor armonía familiar.
En esta “nueva” perspectiva, el rol del padre adquiere un papel crucial y a la vez precisa de una gran carga de humildad. Su rol durante los primeros meses, e incluso años, de sus criaturas tiene como principal cargo el acompañamiento emocional de la madre, para que esta pueda ser un buen sostén emocional para sus bebés.
Las mujeres, en la actualidad, tenemos la cabeza en mil cosas, el trabajo, la comida, la compra el bienestar de los que nos rodean… y un largo etcétera. Pero cualquier mamá puede recordar como en su puerperio no podía (o al menos hubiese deseado no hacerlo) tener la mente ocupada en cosas “banales” para el momento. Aquí el padre adquiere un lugar primordial para que garantizar el bienestar de la madre y, por consiguiente, de los y las peques que se encuentran formando parte de la membrana emocional de la madre.
Evitar que la nueva madre reciba opiniones o consejos no deseados, atender las tareas domésticas y laborales para que la madre pueda centrarse en escuchar su instinto materno, asegurará que el crecimiento de la “nueva familia” sea armónico.
¿Y quién sostiene al papá? Está claro que la situación es nueva también para él y la paternidad puede remover muchas cosas, pero no olvidemos que el padre cuenta con tiempo libre o de ocio, sigue teniendo su empleo, con suerte tiene otros hombre con los que compartir de manera sana y abierta, mantiene su estatus social… y sobretodo carece del huracán hormonal que deviene en la madre ante el nacimiento de una criaturita.
A partir de los dos años, cuando los bebés comienzan a despegarse emocionalmente de la madre, el rol paterno comienza a variar. Los niños y niñas comenzarán a apoyarse en el padre como puente hacia una vida social más abierta que le mostrará el mundo que le rodea. En este momento muchos padres viven un resurgir de su imagen como padres puesto que, después de meses pudiéndose sentir rechazados por su hijos/as (o al menos no preferidos), estos ponen su brillante mirada cada vez más en lo que su papá hace, dice, crea, puede…y esto reconforta y anima para poder emprender una nueva etapa en familia.
Esta forma de entender la familia, requiere de una buena comunicación en la que sepamos pedirnos las cosas que cada cual necesitamos, saber pedir ayuda externa si es necesario, precisa de una buena empatía para comprender las vivencias del otro/a (y como no, comprendernos a nosotros/as mismos/as), aceptar y conocer esta nueva madre y al nuevo padre que acaban de nacer o que se redescubren con el nacimiento del 2º, 3º… hijo/a y así, sentirnos complementarios. En definitiva, implica una gran madurez emocional.
Todos estamos aprendiendo, siempre me centro más en las mujeres pero hoy, el día del padre, requería poner la mirada en esos papás valientes que están cambiando el mundo. Todo mi amor y apoyo para ellos.
Recordad que hoy es el último día para acceder a la oferta del día del padre. ¡Felicidades a todos los papás!
