Mercado de Paloquemado, Bogotá, 29 de abril de 2018
Ha sido cuando hemos dejado atrás la puerta de chapa, después de cruzar junto a un buen número de puestos ambulantes, cuando ha sucedido. Mil aromas y sensaciones nos han agarrado el alma y despegado del suelo. El penetrante olor de las especias y plantas aromáticas se mezcla con las maravillosas fragancias de las frutas.

La impresionante guanábana, verde por fuera, blanca por dentro y de pipas como el mármol, la refrescante pitaya, una gelatina con pequeñas pipas negras en su interior, mango de azúcar, imagina qué sabor, la papaya de un rojizo deslumbrante con una estrella en su interior que guarda sus semillas, la granadilla otra gelatina que ayuda a formar el estómago de los bebés, el maracuyà, la ácida fruta de la pasión, la guayaba, salmón oscuro delicioso, tremendos aguacates y uvas, piñas y plátanos sabrosísimos, la feijoa, el lulo o el kajú, de cuya semilla externa situada en el rabo se obtiene el anacardo.